Vivimos en una sociedad muy necesitada de valores éticos, en la que parece que todo vale para conseguir fama, éxito. Los maestros y profesores de escuelas e institutos advierten cada vez más de la preocupación de las numerosas situaciones conflictivas que se viven a diario, causadas probablemente por la falta de valores morales que se observa en el comportamiento de muchos alumnos.Así pues, ¿Dónde aprenden hoy en díalos niños y niñas a respetar a sus iguales, a comportarse correctamente, a resolver sus conflictos sin violencia, a tener autocontrol, a hablar de formar respetuosa, a ayudar a los demás, a no dejarse manipular...? Está claro que todos estos aspectos se trabajan (o se deberían trabajar) de manera más o menos eficiente en las escuelas y en las familias. Pero el judo, en este aspecto, contribuye de manera muy eficaz a la educación integral de niños/as por los valores que se intentan inculcar. Cabe destacar que la UNESCO (1945) declaro al judo como mejor deporte inicial formativo para jóvenes de entre 4 y 21 años, ya que permite la educación física integral, potenciando, a través del conocimiento de este deporte, todas las posibilidades psicomotrices (ubicación espacial, perspectiva, lateralidad, lanzamientos, tirar, empujar, arrastrarse, saltar, rodar, caer, coordinación conjunta e independiente de manos y pies, etc.) y de relación con otras personas, haciendo uso del juego como elemento integrador y dinamizador y introduciendo la iniciación técnica y táctica deportiva de forma adaptada. Además, de buscar un condicionamientofísico general idóneo. Así mismo, el COI (Comité Olímpico Internacional) (1964) lo considera el deporte más completo (junto con la natación y la gimnasia artística) y que promueve valores como la amistad, la participación, el respeto y el esfuerzo por mejorar.

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- BENEFICIOS DEL JUDO TANTO FÍSICOS COMO PSICOLÓGICOS

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El judo desarrolla de forma excelente la coordinación, la flexibilidad, el equilibrio... y su práctica contribuye al desarrollo armonioso de todos los grupos musculares del organismo. Posibilita un mayor crecimiento de los huesos y un mejor endurecimiento de las articulaciones, al mismo tiempo que las dota de resistencia y flexibilidad. Colabora así mismo, en una mayor adaptación del corazón y los pulmones al esfuerzo, incrementando la resistencia del cuerpo frente a la fatiga y la enfermedad. El judo ofrece al niño un formidable abanico de sensaciones y percepciones que le facilita su adaptación. A través de la relación que se crea con los compañeros aprenden a respetarlo, confiar en él, adaptarse, cooperar, ceder y resistir, aprende y enseña, se responsabiliza de sus acciones y sabe empatizar con sus iguales.Tal como indica Gaspar (2009), respecto a sí mismo, el niño aprende a:

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1. Perder el miedo al contacto físico.

2. Conocer su propio cuerpo y aumentar sus cualidades físicas.

3. Expresarse a través de su propio cuerpo.

4. Satisfacer la necesidad motriz instintiva.

5. Ganar confianza en sí mismo.

6. Reducir la ansiedad a través del entrenamiento.

7. Aumentar la concentración.

8. Estimular la creatividad.

9. Adaptarse a las reglas.

10. Mejorar la tolerancia o la frustración.

11. Mejorar la autoestima.

12. Reconocer el esfuerzo como un valor.

13. Incrementar el autocontrol.

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Por todo esto, el judo es una excelente escuela para la atención, la concentración y la reflexión mental, desarrollando el respeto a sí mismo y hacia los demás. Psíquicamente, es una actividad óptima para niños tímidos por las relaciones que se dan y para niños agresivos, resultando ser una válvula de escape excelente, ya que a diferencia de otros deportes de contacto, no fomenta la agresividad, sino que canaliza la combatividad.

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- JUDO Y VALORES

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El judo posibilita un escenario inmejorable de formación. En una educación encaminada a una sola adquisición de conocimiento, el judo exige y desarrolla de forma simultánea multitud de cualidades como la participación de todo el cuerpo al mismo tiempo, la inteligencia y la voluntad. Es además un ocio activo, que fomenta la participación yla iniciativa. Su gran variedad y las posibilidades de adaptación que presenta, permiten a cada cual, según sus características y sus inquietudes, expresarse y realizarse. Así, favorece la distensión, la distracción y el enriquecimiento de la personalidad.El judo de manera indirecta conlleva una serie de aspectos emocionales, afectivos, físicos, mecánicos, intelecto-motores, etc. todos ellos conformando la personalidad de cada uno. En esta línea, Cecchini (1989) apunta que este acercamiento interdiciplinar permite entender como el deporte no limita sus beneficios pedagógicos a resultados de orden de carácter, sino que es la persona la que se expresa a través de ese movimiento y, por tanto, es un medio de desarrollo integral. El mismo autor, indica que la vertiente más importante del judo es la educativa. Por este motivo, propone que para conseguir que el judo alcance la categoría de deporte educativo, hay que humanizarlo, es decir, garantizar el desarrollo humano con la práctica del judo.Con este fin, se debe de potenciar el valor social que requiere el judo, valorando la condición lúdica de este deporte, el juego interindividual, la expresión libre de intención, la experiencia personal, la creatividad de actuación, la adquisición de valores éticos y la autorrealización.Carratalá y Galán(2010), proponen una serie de valores que se pueden adquirir mediante la práctica del judo:

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• La integración social: La influencia que el judo ejerce en la formación de la personalidad indica que su práctica contribuye a laconsecución de los objetivos de la educación física dentro del aspecto social.

• El respeto de las reglas: La práctica del judo lleva implícito el cumplimiento de determinadas normas de cortesía hacia la colectividad de los practicantes, el profesor, los compañeros, etc. Además de las normas que rigen el desarrollo de la actividad reglada.

• La ayuda mutua: La práctica del judo propicia situaciones de tensión, enfrentamiento, rivalidad, etc. que es necesario resolver con una actitud tolerante, a la vez que sonútiles para promover actitudes básicas de convivencia, respeto, solidaridad, participación, etc. Al practicar judo con un compañero y no contra él, con la norma de oro del judo, no hacer daño, nos lleva a este valor, ayuda mutua, para evolucionar de manera conjunta.

• La cortesía: Al saludar a los compañeros (mediante la ceremonia tradicional del judo) al inicio y al final de cada sesión, al igual que antes y después de cada ejercicio en pareja.

• El respeto: No hacer daño a los compañeros. Tomar conciencia de su compañero. Escuchar y respetar las consignas establecidas. Respetar el material y colaborar en mantener su ubicación.

• El coraje: Atreverse a introducirse rápidamente en las acciones propuestas. Esforzándose delante del grupo para explicar o demostrar.

• La sinceridad: Tomar la palabra para indicar que es lo que se prefiere y decir siempre la verdad.

• Modestia: Felicitar a los compañeros en el desarrollo de la tarea.

• Control de sí mismo: Aplicar el código de la buena conducta.

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Por todas estas razones, el judo es un deporte ideal para todos, sin importar el sexo, la edad. Totalmente inclusivo e integrador.

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